Fiscalización bajo el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum

 

La fiscalización bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum en México seguirá una línea similar a la de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, enfocándose en una mayor recaudación sin la necesidad de una reforma fiscal. A continuación se detallan los métodos y áreas clave que se abordarán en los próximos años.

 

 

 

 

Métodos de fiscalización:

 

Digitalización del SAT: Uno de los ejes principales será la modernización y digitalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Sheinbaum planea implementar una Agencia de Transformación Digital que reducirá significativamente los trámites (hasta un 80% de los procesos serán digitales), lo que agilizará las auditorías y mejorará el cumplimiento fiscal. Este enfoque busca facilitar el pago de impuestos y mejorar la eficiencia del SAT.

 

 

Uso de Inteligencia Artificial:

 

Continuará la adopción de herramientas tecnológicas avanzadas, como la inteligencia artificial, para identificar inconsistencias fiscales y conductas sospechosas en sectores específicos. Esto incluye una mayor vigilancia en sectores clave como los grandes contribuyentes.

 

 

 

Fiscalización a grandes contribuyentes:

 

La estrategia se centrará en auditorías más rigurosas a empresas con ingresos superiores a los 1,500 millones de pesos, reforzando el control sobre maniobras fiscales agresivas y mejorando la certidumbre jurídica.

 

 

Áreas de enfoque: Empresas de sectores como seguros, automotriz, construcción y financieros estarán bajo una mayor supervisión fiscal.

 

Comercio exterior y aduanas: Se prevé una modernización importante en los procedimientos de las aduanas para hacerlos más eficientes y transparentes.

 

 

Propósito: El principal objetivo del gobierno de Sheinbaum será aumentar la recaudación sin incrementar los impuestos, manteniendo la disciplina fiscal y reduciendo el déficit a un máximo del 3.5% del PIB para 2025. Además, su administración busca mejorar la relación entre el SAT y los contribuyentes, fomentando una comunicación más fluida y eficiente.

 

En resumen, la fiscalización en el gobierno de Sheinbaum seguirá fortaleciendo los controles sobre grandes contribuyentes, con una marcada apuesta por la digitalización y la tecnología para mejorar la eficiencia en la recaudación sin una reforma fiscal inmediata.

 

 

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